El término paisaje sonoro viene del concepto acuñado en inglés soundscape ecology; tiene que ver con el paisaje de un lugar o momento vinculado con la composición sonora resultante de este espacio.
Schafer a quien se le conoce como el padre de la ecología acústica, fue quien logró proponer que los sonidos son propiedades de los paisajes. Esto nos lleva a nuestra primera reflexión al respecto. Si los sonidos son propiedades de los paisajes; incluidos aquellos que son naturales; ¿Cómo aseguran los países, las entidades públicas, privadas asociados con la preservación natural, que las características sonoras también se preserven?
Si vemos la imagen a continuación e intentamos recrear los sonidos que asociamos a esa imagen; probablemente será el sonido de las olas rompiendo en la costa. Este sonido definitivamente genera un efecto en tu estado mental y emocional.
Estamos en un mundo donde lo visual parece sobrevalorado, por lo que; está claro por qué el tema acústico no esté siendo prioritario en los esfuerzos de conservación ambiental. Sin embargo, no sería la misma experiencia en un ambiente natural si no pudiésemos sentir las vibraciones y sonidos de ese momento.
Estar acústicamente presente en el lugar, momento o actividad en la que una persona está involucrada promueve efectos poderosos en la salud mental de las personas que ya están siendo demostrados científicamente; en un Estudio de la Academia Americana de las Ciencias se logró determinar que los sonidos de agua provenientes de una cascada y el sonido del agua corriendo entre las rocas; tienen los mayores efectos sobre la disminución del estrés e incluso sobre los niveles de dolor reportados por los participantes.
Así que los paisajes sonoros son parte de nuestra historia natural; sé parte del paisaje sonoro que te rodea y te invitamos a ser acústicamente presente.
Hasta pronto,
Zeidy Marín
Comments